Como sucede
a menudo con grandes ruinas antiguas, el conocimiento del sitio nunca se perdió
completamente en la región. Aparentemente la población de la región nunca se
olvidó de Tikal y en la década de 1850 guiaron expediciones guatemaltecas a las
ruinas. Algunos relatos de segunda o tercera mano de Tikal aparecieron en
prensa a partir del siglo XVII, continuando con los escritos de John Lloyd Stephens
en el siglo XIX (durante sus viajes de 1839-1840 en la región, Stephens y Frederick Catherwood,
su ilustrador, escucharon rumores de una ciudad perdida, con edificios blancos
cuyas partes superiores dominaron la selva). Sin embargo, debido a la lejanía
del sitio, ningún explorador visitó las ruinas de Tikal hasta que Modesto
Méndez y Ambrosio Tut, respectivamente el comisionado y el gobernador de Petén, las visitaron en 1848. El artista Eusebio
Lara los acompañó para elaborar las primeras ilustraciones de los monumentos.
En 1853, posterior a la publicación del diario de Méndez en la Gaceta
de Guatemala, se dio a conocer a la comunidad científica el
redescubrimiento, mediante una publicación de la Academia de Ciencias
de Berlín. A finales del siglo XIX y principios del
siglo XX, varias otras expediciones siguieron para profundizar las
investigaciones (como la expedición de Alfred P. Maudslay
en 1881-82) y los arqueólogos pioneros
comenzaron a limpiar, dibujar mapas y registrar las ruinas en la década de
1880.
En 1951, una
pequeña pista de aterrizaje fue construida cerca de las ruinas, que previamente
sólo se podía acceder tras un viaje de varios días por la selva a pie o en mulas. En 1956 el proyecto Tikal comenzó a
dibujar mapas de la ciudad en una escala nunca antes vista en la región maya.
De 1956 a 1970, excavaciones arqueológicas importantes fueron realizadas por el
Proyecto Tikal de la Universidad de
Pensilvania. Mapearon la mayor parte del sitio y excavaron y
restauraron muchas de las estructuras. De 1957 a 1969, las excavaciones
dirigidas por Edwin M.
Shook y más tarde por William R. Coe de la Universidad de Pensilvania
se enfocaron en la Acrópolis Norte y la Plaza Central. El Proyecto Tikal logró
registrar más de 200 monumentos en el yacimiento. En 1979, el gobierno
guatemalteco inició un nuevo proyecto arqueológico en Tikal que continuó hasta
1984.
El cineasta George Lucas utilizó a Tikal como escenario en su
primera película Star Wars, Episode IV: A
New Hope que salió en 1977. También fue el modelo de la ciudad Maya
en la película Apocalypto de Mel Gibson.
Una
ilustración del Templo I de Tikal fue incluida en el reverso del billete de 50 centavos
del Quetzal guatemalteco.
Las ruinas
de Tikal, como parte del Parque Nacional Tikal,
fueron el primer sitio arqueológico en ser declarado Patrimonio de la
Humanidad en 1979, y así mismo, el primer Patrimonio de la
Humanidad mixto (ecológico y arqueológico) del mundo. En la
actualidad Tikal, en medio de su propio parque nacional, se ha convertido en
una atracción turística importante. Cuenta con un museo construido en 1964.
El arqueólogo Edwin M. Shook, director de terreno del Proyecto Tikal, fue instrumental en el reconocimiento de Tikal como primer parque nacional de Guatemala. |
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